No usamos cualquier agua. Usamos una reliquia de pureza ancestral, extraída del glaciar Titlis. Esta agua, filtrada por la naturaleza durante milenios, es el secreto detrás de la increíble suavidad y el final sedoso que sentirás en cada sorbo.

Nuestra destilación en frío respeta el sabor, preservando los delicados aromas frutales que el calor destruye. Es un método paciente que nos toma 10 veces más tiempo, pero es el único camino hacia una calidad sin concesiones

tilizamos tecnología ultrasónica para desvelar el alma de nuestros botánicos. Las ondas de sonido nos permiten extraer su esencia más pura en minutos, capturando la vivacidad de sus aceites sin la más mínima oxidación. Es vanguardia al servicio del sabor más auténtico.

reemos que la excelencia empieza en la tierra. Por eso, nuestro alcohol base es un puro centeno de origen suizo. Cada grano es local y completamente trazable, lo que garantiza no solo una calidad superlativa, sino también el respeto por nuestra tierra con una huella de carbono mínima.

Esto no se esconde en un mueble bar. Vidrio grueso o metal que pide atención. Tapón que suena a promesa cumplida. Cada detalle tiene un porqué. Cada línea, un carácter. No hay concesiones. Ni falta que hacen.

Minimalista, sobrio y con más presencia que muchos regalos caros. Nuestro estuche no se tira: se guarda. Porque cuando algo vale la pena, se presenta como tal. No hace ruido. Pero cuando llega, se nota.

No vamos de verdes. Lo somos. Materiales reciclables. Proveedores cercanos. Producción local. Porque hacer las cosas bien no es una opción, es una obligación.Y sí, se puede ser sostenible sin ser aburrido. Esta ginebra lo prueba.